2. Enseña la bondad
3. Enseña hábitos saludables.
4. Enseña a ser útil.
5. Enseña positivismo.
6. Potencia habilidades.
7. Enseña a resolver problemas.
8. Fomenta la autoestima.
9. Crea redes de apoyo.
10. Enseña perspectiva. Artículo de Santiago Moll que ejerce como profesor de Secundaria y es el autor del blog 'Justifica tu respuesta'. Este blog educativo habla sobre aspectos relacionados con la práctica docente y su interacción con las Nuevas Tecnologías
http://justificaturespuesta.com/10-maneras-de-ensenar-resiliencia-tus-alumnos/
Qué se entiende por resiliencia?
Si atendemos al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la resiliencia es la ‘capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas‘.
Por tanto, se trata de un proceso de adaptación a las experiencias de
vida difíciles o extremas. Realmente se trata de un término que no se
tiene demasiado en cuenta en los centros escolares y mucho menos en los
currículos de la mayoría de las asignaturas. Esto ha hecho replantearme
sobre la necesidad y la obligación que tenemos los docentes de
incorporar la resiliencia dentro de las aulas, para que los alumnos
estén preparados para afrontar con las mejores garantías todos los
reveses que puedan padecer a lo largo de su educación.
Los que me leéis con asiduidad sabéis de
la importancia que otorgo a la empatía, a la capacidad de ponerse en la
piel del otro, haciéndonos partícipes de sus anhelos y de sus
preocupaciones. En este sentido te recomiendo la lectura del artículo
titulado 5 consejos para aumentar la empatía de tus alumnos.
Pero creo que hay que ir un paso más allá y también conceder la
importancia que se merece a la resiliencia para afrontar con plenas
garantías el desarrollo integral de nuestros alumnos. Porque en una
sociedad donde cada vez se corre más, donde impera la cultura de la
inmediatez y donde se niega el fracaso, se hace más necesario que nunca
que elaboremos estrategias conjuntas para formar alumnos no sólo desde
el punto de vista intelectual, sino también y, sobre todo, desde el
punto de vista emocional. He aquí la razón de este artículo y por qué
creo que la resiliencia puede ser un factor clave de prevención de
problemas relacionados con el crecimiento personal de nuestros alumnos.
Mientras estás leyendo estas líneas
pensarás que tal vez no eres capaz de enseñar resiliencia a tus alumnos.
Pero te puedo asegurar que no es así. Es por ello que te invito a que
leas estas sencillas pautas que puedes llevar a cabo en el aula y que te
aseguro serán tremendamente útiles para tus alumnos. ¿Me acompañas?
¿Cómo podemos enseñar resiliencia a nuestros alumnos?
1. Enseña a hacer preguntas.
Muchas veces los docentes pensamos en las respuestas que nos darán
nuestros alumnos. El profesor pregunta y el alumno responde aquello que
le hemos enseñado. En ocasiones es importante no sólo buscar respuestas,
sino enseñar a elaborar preguntas. Las preguntas invitan a la
reflexión, a la introspección y ello puede ser determinante en el caso
de que un alumno pase por un momento personal difícil. Enséñale a
formular preguntas abiertas y harás de tus alumnos unos alumnos más
reflexivos y capaces de verbalizar sus preocupaciones y adversidades.
2. Enseña la bondad. Se
trata de un recurso tremendamente efectivo. Consiste simplemente en
pedirles que durante un día piensen en hacer un favor a alguien que les
importe. Una vez hecho este favor deben verbalizarlo, es decir,
explicarlo en voz alta en clase. Los denominamos actos de bondad son un
arma muy poderosa no sólo por el acto de bondad en sí, sino por la
gratitud que recibimos por dicho acto. Si educas a tus alumnos en la
bondad, les educarás también en la gratitud, serán más sensibles a lo
que les rodea y les permitirá afrontarlo con la mejor de las
predisposiciones. La gratitud es la que pone la perspectiva a los
acontecimientos que podemos considerar como dramáticos.
3. Enseña hábitos saludables.
Se trata de un aspecto fundamental si queremos educar a nuestros
alumnos en la resiliencia. ¿Por qué? Pues porque una rutina saludable
permitirá a los alumnos afrontar con mejores garantías cualquier
adversidad que se les presente. Y por hábitos saludables debemos
entender el ejercicio físico, dormir las horas necesarias, comer de
forma saludable y evitar situaciones estresantes. Con estos cuatro
hábitos las posibilidades de afrontar con éxito una crisis siempre
aumentarán.
4. Enseña a ser útil.
Debemos esforzarnos para que todos nuestros alumnos de una forma u otra
se sientan útiles. Si conseguimos que tengan la sensación de que sirven
para algo, automáticamente estaremos ante alumnos con una elevada
autoestima. Serán alumnos felices y esta felicidad podrá ser
determinante no sólo para afrontar sus adversidades, sino también para
ayudar a sus compañeros ante cualquier dificultad que surja.
5. Enseña positivismo.
Ser positivo consiste en valorar por encima de todo aquello que tienes.
Personalmente creo que el positivismo está muy ligado al autoconcepto
que todos tenemos de nosotros mismos. En una sociedad tremendamente
consumista hay que invertir los valores que tienen los alumnos, es
decir, hay que fomentar no lo que les falta, sino todo aquello de que
disponen. Hay que hacerles ver de manera consciente qué es aquello que
tienen y qué es lo que más valoran de lo que tienen, tanto en lo
material como en lo que a las personas y a sus cualidades se refiere.
Haz reflexionar a tus alumnos. Convénceles de lo mucho que tienen, y de
lo muchos que pueden dar. Para mí, educar a las personas en el
positivismo es tremendamente importante y, de hecho, puede ser
determinante en caso de que un alumno pueda experimentar algún tipo de
pérdida, ya sea de un familiar, de algún animal de compañía, o de algún
bien de carácter personal.
6. Potencia habilidades.
Este es otro aspecto al que doy mucha importancia a la hora de educar a
nuestros alumnos en la resiliencia. También va muy ligado al
autoconcepto. De lo que se trata es de que sean los propios alumnos los
que descubran por sí mismo cuáles son sus habilidades, es decir, en qué
son buenos, en qué pueden llegar a ser los mejores. Una vez lo hayan
descubierto, nosotros los docentes debemos potenciarlo al máximo con los
recursos que tengamos. Pensar en el potencial que puede suponer una
clase de treinta alumnos. Son treinta potencialidades distintas. Es un
tesoro enorme del que ellos no tienen conciencia. Estas habilidades
podrán resultar claves para poder superar experiencias que se consideren
traumáticas.
7. Enseña a resolver problemas.
Posiblemente este sea uno de mis apartados favoritos. La resolución de
problemas, o de conflictos, es un aspecto que cada vez más se tiene en
cuenta en los centros escolares. Debemos ver el conflicto como una
oportunidad, es decir, como una posibilidad de resolución. En este
sentido las comisiones de convivencia de los centros escolares resultan
claves y la formación de alumnos mediadores son una extraordinaria
oportunidad de gestionar conflictos no individuales, sino de centro.
Aquellos centros escolares que tejen una buena red de mediadores, serán
centros que estarán mucho más preparados para afrontar las adversidades
que puedan surgir a lo largo de un curso escolar. Al respecto de este
punto recomiendo la lectura del artículo El conflicto escolar visto como una oportunidad.
8. Fomenta la autoestima.
La autoestima puede jugar un papel decisivo para hacer frente a
cualquier tipo de adversidad. De ahí que debamos insistir en reforzar al
máximo la autoestima de nuestros alumnos. Y podemos hacerlo a través de
lo que denomino el refuerzo positivo incondicional, es decir, recordando y verbalizando lo mejor de cada uno de tus alumnos, celebrando sus logros y compartiéndolos con el resto.
9. Crea redes de apoyo.
Es fundamental tranmitir a nuestros alumnos que nunca estarán solos
ante una adversidad, sea del tipo que sea. De ahí que es muy
recomendable establecer redes de apoyo entre compañeros, establecer
grupos, alianzas entre los miembros de un mismo grupo. De lo que se
trata es crear vínculos, de crear amistades que puedan perdurar en el
tiempo y que en la adversidad se conviertan en una red de seguridad. A
través de esta red de apoyo los alumnos pueden dar lo mejor de sí en
cada momento y retroalimentarse de la gratitud y de la bondad que
reciben por parte de sus compañeros.
10. Enseña perspectiva.
La perspectiva no es más que el punto de vista desde el cual analizamos
la realidad que nos rodea. Por eso es tan importante enseñarla a
nuestros alumnos. Ante una situación adversa, la perspectiva juega un
papel fundamental para la superación de la misma. De lo que se trata es
de descentralizar el foco del dolor y del sufrimiento a través,
precisamente, de la perspectiva. Con la perspectiva lo que lograremos es
relativizar el problema, es decir, disminuir su magnitud y la
desproporción que experimentamos en una situación adversa. A mayor
perspectiva, mayor visión. Y a mayor visión, mayor será la posibilidad
de superar una situación traumática.
Estas son algunas de las actuaciones que
pueden hacer de tus alumnos unos alumnos educados en la resiliencia.
Soy consciente de que el reto es ambicioso, pero estoy seguro de que hay
muchas de las actuaciones que aquí propongo que en algún momento has
puesto en práctica. De lo que se trata es de ir construyendo día a día,
sesión a sesión , unos mecanismos que propicien que puedas enseñar la
resiliencia en tus sesiones lectivas. Estoy convencido de que los
centros que fomenten la cultura de la resiliencia serán los centros que
mejor gestionen las adversidades, tanto desde el punto de vista
individual como colectivo.
Quisiera acabar el artículo de hoy con
una cita que me gusta recordar cuando me enfrento a alguna adversidad.
Desconozco su autor y reza así:
No pidas una carga ligera, sino una espalda fuerte
Recurs vist a : http://justificaturespuesta.com/10-maneras-de-ensenar-resiliencia-tus-alumnos/
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